Tras la condescendiente invitación de la Ministra de Capital Humano (ex Ministerio de Desarrollo Social) a apersonarse a quienes tengan hambre para recibir ayuda individualmente, se apostaron  las cocineras comunitarias de la región de CABA el pasado miércoles en una cola de cuadras que llegaban hasta el obelisco. Olla y tupper vacío en mano, en respuesta a los dichos de la ministra. La misma situación se replicó en las delegaciones que el Ministerio tiene en el resto del país por diversos movimientos sociales.

Desde la asunción de Javier Milei a la Presidencia en diciembre del 2023 que los comedores comunitarios denuncian la no recepción de alimentos que debería garantizar el gobierno nacional. Alimentos con los que cuentan centenares de comedores para poder asegurar las raciones a las familias de los barrios más vulnerables.

En un contexto en que se acumulan medidas que golpean directo en el bolsillo de la clase trabajadora, como el aumento en la tarifa del transporte público, el aumento de los alimentos, alquileres y servicios en general. Los comedores comunitarios que muchas veces funcionan de contención e intermediarios en los territorios siguen en lucha.

La compañera del FOL Ana Gamarra, cocinera comunitaria del comedor “Guerreras” ubicado en el barrio 1-11-14 (Bajo Flores) en entrevista con IP Noticias explicó: “Hoy lamentablemente en los barrios se está pasando mucha necesidad, las familias están desesperadas. No está alcanzando lo más importante, la comida para darle de comer a los chicos”  y agregó “Nosotrxs desde los comedores a esas familias les damos aunque sea un plato de comida diaria, pero ahora le están quitando hasta ese plato de comida”

Expresó también que vecinxs que trabajan en blanco, profesionales, se están acercando a los comedores. Destacó el caso de un kinesiólogo del barrio que pidió por un plato de comida ya que su sueldo sólo le alcanza para pagar el alquiler y los servicios, resaltó: “nos quedamos sorprendidas, porque si la clase media que tiene profesión, que cuenta con un sueldo, se encuentra así… Imagínense la gente del barrio, la gente que hace changas. Es algo inaudito, no parece real pero se está viviendo” 

Compañeras como Ana no sólo se dedican en su día a día a cocinar, muchas se la rebuscan vendiendo ropa usada, productos de catálogo, empanadas, gelatina. Hay quienes  llegan a tener  tres trabajos y aún así no les alcanza para llegar a fin de mes. En los barrios han vuelto los famosos trueques que remontan a la última gran crisis del país, la del 2001. 

Comenta: “Desde la mañana hasta la noche trabajamos y no tenemos un sueldo. Tenemos el Potenciar Trabajo de $78.000 que sólo dura una semana, y en la semana se acaba esa plata, entonces tenemos que trabajar más ¿Hasta dónde vamos a trabajar, que quieren que no durmamos ya? 

En la misma línea la compañera Damaris Rolon de la Coordinadora por el Cambio Social, reclama a la funcionaria Sandra Pettovello y al presidente Javier Milei : “que atienda la crisis alimentaria que estamos viviendo, que deje de subir comunicados diciendo que le importan las niñeces y familias  pobres”, además manifiesta: “la nueva pandemia es el hambre, que cumpla con su promesa y reciba a los comedores a quienes trabajamos allí luchando contra esta nueva situación”

Desde La Plata la cocinera Karina destacó la situación complicada en sus comedores, describe que los comensales han aumentado un 100 %, por la numerosa desocupación de lxs vecinxs y el hambre. Remarcando, como si hiciera falta, que el alimento es esencial para la vida.

También por su parte mencionó el rol de las fuerzas de seguridad, la policía, entre otras que en éstas jornadas de lucha amedrenta y persigue a quienes se manifiestan para evitar las movilizaciones y reclamos. Declaró: “tenemos derecho, no nos pueden dejar en la casa muriendonos de hambre. Toda la clase trabajadora la está pasando mal. No nos vamos a ir de acá sin tener los alimentos”

Además recordó que en pocas semanas se inicia el ciclo lectivo 2024 y que a la crisis alimentaria hay que agregarle el aumento y valor de los útiles, teniendo que elegir entre comer y comprar útiles escolares. Por eso para finalizar interpela: “como mama hablo a todas las compañeras, para que salgamos a la calle, no podemos dejar que el gobierno haga esto con nuestros pibes”